martes, 2 de octubre de 2012

Un poco de la vida de Alfred Binet.

Alfred Binet nació en Niza (Francia) en 1857, fue hijo único de Eduardo, un médico y de Moã¯na, una pintora. Sus padres se separaron cuando el era muy joven, quedándose Alfred con su madre. Ella le inculcó el gusto por el arte, estando Binet atraído especialmente por el teatro, para el que compuso y dirigió varias obras, las cuales abarcaron temas dramáticos (Wolf, 1982, citado por Siegler, 1992). Tanto sus abuelos paterno y materno, como un antepasado que sirvió a Napoleón fueron médicos. En Niza, estudió hasta la edad de 15 años. Luego, él y su madre viajaron a Paris para continuar su educación en el famoso liceo Louis-le-Grand. En 1872 empezó a estudiar derecho, terminó en 1878, pero se interesó luego por la psicología, siendo su verdadera vocación (Wolf, 1973, citado por Siegler, 1992). Su primer acercamiento a la psicología provino del asociacionismo británico, en especial del trabajo del asociacionista John Stuart Mill, el cual leyó junto a otros autores cuando trabajó en la Biblioteca Nacional de Francia. Además de Mill, leyó obras del escocés Alexander Bain, del inglés Herbert Spencer, y de sus compatriotas Hippolyte Taine y Théodule Ribot, este ultimo considerado padre de la psicología francesa. Leía regularmente las revistas Revue philosophique dirigida por Ribot y Mind, dirigida por Bain (Wolf, 1973, citado por Siegler, 1992). Esta preparación autodidacta fue la única que obtuvo, ya que Binet nunca recibió capacitación formal en psicología. Su primer artículo –escrito en 1880- y su primer libro –escrito en 1886-, además de sus primeros ejercicios en psicología, estuvieron dedicados a extender los principios del asociacionismo para dar cuenta de aspectos de la percepción y el razonamiento, entre otros fenómenos psicológicos (Siegler, 1992).

Binet fue un psicólogo y psicopedagogo francés, partidario de la psicología experimental y del estudio de la normalidad ("hombre normal") en Francia, oponiéndose a la tendencia psicopatológica imperante en ese país a finales del siglo 19 y comienzos del siglo 20. Fue el principal creador de la escala de inteligencia que lleva su nombre, la que creó por mandato del gobierno francés para seleccionar niños con deficiencias intelectuales y después de una investigación de cerca de 10 años. Además de sus estudios en inteligencia y medición de la inteligencia, realizó estudios en desarrollo infantil, memoria, psicología del testimonio, psicología comparada, psicología social, estilos de pensamiento, entre otros. Después de estudiar leyes, se interesó por la psicología leyendo obras de autores influyentes en ese tiempo. Luego de este primer acercamiento a la psicología, empezó a realizar estudios con hipnotismo, en los que trataba de interpretar fenómenos mentales -tales como el razonamiento- a la luz de las teorías asociacionistas inglesas, en boga por ese tiempo. Luego de retirarse del hospital de la Salpetriére, en donde hizo estos estudios con hipnotismo, ingresa al laboratorio del fisiólogo Balbiani en 1887 en el Collége de France, en el que gracias a un estudio sobre el sistema nervioso de los insectos obtiene un doctorado en ciencias naturales en 1894. En 1890 empieza a estudiar la inteligencia, publicando dos artículos. En 1891, conoce al fisiólogo Beaunis, con el que empieza a trabajar en el mismo año en el recién creado laboratorio de psicología fisiológica de la universidadL"Année Psychologique, primera revista francesa exclusiva de psicología. En esta misma revista publica en 1895 un artículo en coautoría con Victor Henri en el que exponen un programa de investigación para desarrollar una prueba de inteligencia. En 1899, ya siendo director del laboratorio, conoce a Théodore Simon, médico con el que diseña y publica en 1905 la primera versión de la escala de inteligencia por petición de la "Comisión sobre la educación de los niños retardados", con el objetivo de seleccionar niños que no rendían en las escuelas debido a causas mentales. Posteriormente, en 1908, sin la colaboración de Simon, publica una revisión de la prueba, la cual recibe muchas críticas. En 1911, publica la última revisión de la prueba en colaboración con Simon, antes de morir en octubre de ese mismo año. de Paris (La Soborna). Su trabajo en este laboratorio fue fructífero y copioso, publicando numerosos artículos sobre diversos temas. En 1894 junto con Beaunis, fundan

Durante su carrera Binet publicó cerca de 300 escritos entre libros, artículos y reseñas, defendió la idea de que la inteligencia era susceptible de mejora, además de que era de naturaleza variada más que unificada, y que subyacía a la mayoría de las conductas realizadas por el individuo e intervenía en todos los procesosPiaget, quedando la posibilidad de que este último hubiera sido influido por el primero (Siegler, 1992). Fue también uno de los primeros en estudiar la psicología del testimonio, siendo uno de los pioneros en este campo. mentales (Varon, 1936). Sus estudios en desarrollo se asemejaron a los realizados por

Éste, como se ha comentado, fue el creador de los primeros estudios sobre la inteligencia, al principio tuvo como primera vocación el derecho y no inició sus estudios de psicología hasta los 37 años de edad. A finales del s. XIX el Gobierno francés obligó a todos los niños a escolarizarse, por eso Binet fue el encargado de confeccionar unas pruebas para saber qué niños tenían retrasos. Estas pruebas las pasó a escolares de entre 3 y 15 años y las llamó Pruebas de Inteligencia.

Binet comprobó que no se podía evaluar la inteligencia midiendo atributos físicos, como el tamaño del cráneo, la fuerza con que se aprieta al cerrar el puño, etc. Rechazó, pues, el método biométrico por el que abogaba Sir Francis Galton, proponiendo en cambio un método de ejecución en el cual la inteligencia se calculaba sobre la base de tareas que exigían comprensión, capacidad aritmética, dominio del vocabulario, etc.
Por ello, introdujo además el concepto de edad mental, o capacidad promedio que se supone posee un individuo y en particular un niño) en una edad determinada. Este concepto llevó más adelante al de cociente de inteligencia. Utilizó un criterio estadístico para medir la inteligencia y le llamó Cociente de Inteligencia (CI), que se calcula dividiendo la edad mental entre la edad cronológica y multiplicando por cien.

En 1916 estas pruebas se tradujeron al inglés y pasó a llamarse Test de Stanford (porque se tradujo en esta Universidad) o Test de Stanford-Binet.


Binet distinguía tres elementos en el enfrentamiento inteligente a un problema: dirección, adaptación y control. La dirección consiste en saber qué hacer y cómo lograrlo, la adaptación hace referencia a la selección y monitoreo que se hace de la propia estrategia durante la resolución de una tarea, "teniendo el pensamiento una serie de selecciones sucesivas, ordenadas de acuerdo a un plan interno", y, por último, el control es el elemento que se "refiere a la habilidad de criticar los propios pensamientos y acciones"[1] (Rosas y cols., 1999). Binet era partidario de la importancia del aprendizaje en el desarrollo de la inteligencia, estando en desacuerdo con la esencia de los postulados hereditarios.

El uso de pruebas de inteligencia confiables y validas como las de Binet en contextos prácticos como el educativo, se extendió al de selección de personal, siendo la Primera Guerra Mundial uno de los momentos históricos en los que se utilizó de manera masiva las pruebas de inteligencia para seleccionar reclutas. En este proceso de adaptar a los ambientes aplicados las pruebas de inteligencia, la escala Binet-Simon jugó un papel importante, al aportar la estructura general de prueba y su forma de calificación. En un artículo Terman (1918) explica las razones prácticas por las que se justifica el uso de los test de inteligencia y cómo era el proceso de selección de soldados en base a esta cualidad. Empieza afirmando que es necesario estimar la inteligencia de las personas que van a ser reclutadas pues ésta predice la posibilidad y la rapidez con las que aprenderían nuevas tareas, ya que son personas civiles con ocupaciones diferentes a las del ejército, pudiéndose ubicar a cada persona en una ocupación de acuerdo a sus capacidades, reduciendo por tanto el tiempo de organización y entrenamiento de personal. Para este propósito se contaba con cinco distintos tests de inteligencia general:

- El test Alpha, una prueba de aplicación grupal, diseñada para personas que escribieran y leyeran inglés, medía "la habilidad […] para comprender, recordar y seguir instrucciones, discriminar entre respuestas relevantes e irrelevantes a preguntas de sentido común, combinar ideas relacionadas en una totalidad lógica, descubrir por razonamiento lógico el esquema presente en un grupo de términos abstractos, mantener la mente dirigida hacia un objetivo sin ceder a sugestiones, y finalmente, comprender y retener elementos diversos de información".

- El test Beta, también de aplicación grupal, se diseñó principalmente para personas que no supieran ni leer ni escribir inglés, tales como los analfabetas y extranjeros. Sus instrucciones no eran escritas sino se suministraban por medio de demostraciones y pantomima. Asimismo, evaluaba la inteligencia a través del uso de materiales concretos. Medía "la capacidad para comprender instrucciones a través de la pantomima, el grado de perspicacia e ingenio, la habilidad para descubrir esquemas en materiales dados, la capacidad para formar asociaciones arbitrarias rápidamente, la habilidad para hallar semejanzas y diferencias entre símbolos impresos, detectar absurdos, y recordar y combinar elementos relacionados en un complejo lógico".

- Tres tests de aplicación individual, el Yerkes-Bridge Point Scale, el Stanford-Binet Scale y el Performance Scale. Estos tests eran usados cuando los reclutas no pasaban los tests grupales. Uno de estos, el Performance Scale, se aplicaba especialmente a extranjeros.

Esta aplicación masiva impulsó la utilización de las pruebas de inteligencia en ámbitos educativos y ocupacionales. Los tests usados en el reclutamiento y la prueba Binet-Simon, entre otras pruebas mentales, contribuyeron posteriormente al diseño de las escalas de inteligencia de más uso en Occidente: las escalas Wechsler (Boake, 2002). La prueba Binet-Simon, en especial contribuyó a ser el modelo de estructura de las escalas, y no sólo de estas sino por extensión de los tests de inteligencia actuales, aportando el procedimiento básico de combinar diferentes tests mentales para producir un puntaje compuesto. Fue igualmente fuente de contenido de las subpruebas y origen de algunos de los ítems en las escalas Wechsler (Boake, 2002).




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